Masaje Tailandés

Masaje Tailandés
(nuad thai )


El nacimiento del masaje tailandés, hace 2.500 años, está ligado a la expansión del budismo por Asia. En aquel momento, los monjes indios llevaron consigo tanto su religión como su medicina: el Ayurveda.

Fue el propio médico y amigo de Buda, Shivago Komarpaj, quien llegó a Tailandia con sus conocimientos sobre plantas y minerales, el yoga y las técnicas de masaje. Así, la medicina tradicional tailandesa evolucionó como sistema holístico preventivo y arraigó entre la población.

Hoy en día, el masaje tailandés se sigue practicando tanto a nivel terapéutico en los hospitales tailandeses como a pie de calle, en cualquier esquina, en su versión más cotidiana.

Este masaje consiste en un trabajo corporal profundo que ayuda a restablecer nuestra energía vital y a equilibrar nuestra dimensión física, mental y emocional. Las técnicas que utiliza son: 

•  El amasamiento de los músculos mediante presiones y estiramientos.
•  La manipulación del esqueleto o quiropráctica a través de movilizaciones articulares.
•  La digitopuntura o presión con dedos, codos y/o pies sobre los meridianos energéticos.

Todo esto encadenado en un ritmo regular donde la respiración del masajista se armoniza con la del paciente.

Cuando se recibe con regularidad, se aprecia una mejoría de los sistemas nervioso, respiratorio, circulatorio, digestivo e inmunológico. Disminuye el estrés, relaja zonas de tensión en todo el cuerpo, eleva el nivel de energía, aumenta la autoestima, ayuda a la digestión, combate el insomnio, incrementa la flexibilidad y libera bloqueos físicos y energéticos.

La diferencia principal con el masaje ayurveda es que se realiza con el paciente vestido con ropa ligera y cómoda, preferentemente algodón, tumbado sobre una colchoneta en el suelo (en vez de en una camilla con aceites).

Es un masaje indicado para cualquier persona, pero es especialmente eficaz en el caso de pacientes muy grandes o rígidos que no encuentran alivio con técnicas más suaves.