Cuando estamos nerviosos, preocupados, con miedos, e incluso dormimos mal, lo más razonable es
pensar que tenemos un desequilibrio Vata, demasiado aire.Vata rige el movimiento y el cambio así que lo que necesitaremos es tranquilidad, crearnos rutinas y aterrizar todas esas ideas que nos bullen en la cabeza. Dejar de proyectar en el futuro y vivir con los pies en la tierra, centrarnos en una cosa cada vez y trabajar la paciencia.
Ten en cuenta que Vata se desequilibra
con mucha facilidad y que las causas pueden ser externas, como el
cambio de estación. Sobre todo en primavera, notaremos cambios a
nuestro alrededor y en nosotros que nos pueden hacer sentir
intranquilos, ya sabemos que “la primavera la sangre altera”.
Sea cual sea la causa del aumento de Vata, nos conviene hidratarnos bien y mantenernos calientes, pues el aire es frío y seco. Por eso, a la hora de comer, nos equilibrarán los platos de cuchara, que suelen ser calentitos y jugosos, y el sabor dulce (que no el azúcar). Evitaremos la comida seca y/o picante y los alimentos crudos por ser más difíciles de digerir (muchas veces el desequilibrio Vata también provoca estreñimiento). Nos convienen alimentos densos que no pierdan el agua (plátano, aguacate, queso) y, sobre todo, crearnos una rutina en la alimentación: comer a la misma hora, sentados, un plato caliente, sin otros estímulos alrededor.
Sea cual sea la causa del aumento de Vata, nos conviene hidratarnos bien y mantenernos calientes, pues el aire es frío y seco. Por eso, a la hora de comer, nos equilibrarán los platos de cuchara, que suelen ser calentitos y jugosos, y el sabor dulce (que no el azúcar). Evitaremos la comida seca y/o picante y los alimentos crudos por ser más difíciles de digerir (muchas veces el desequilibrio Vata también provoca estreñimiento). Nos convienen alimentos densos que no pierdan el agua (plátano, aguacate, queso) y, sobre todo, crearnos una rutina en la alimentación: comer a la misma hora, sentados, un plato caliente, sin otros estímulos alrededor.
Y, para terminar, es mejor dejar los cambios para otro momento y buscar la calidez y la tranquilidad en
nuestros pensamientos, relaciones y actividades, permitiéndonos descansar un
poco y cuidarnos más.
