Ingredientes:
arcilla blanca
salvia
menta
sal
aceite esencial de árbol del té
La proporción viene a ser mitad de plantas y mitad de arcilla, quizás un poco más de arcilla. Tened en cuenta que la arcilla pierde sus propiedades al contacto con el metal, así que no uséis herramientas de este tipo en el proceso.
Preparamos las plantas limpiándolas de palitos y trozos duros y las machacamos en un mortero de madera hasta que queden pulverizadas. Le añadimos la arcilla, un mini pellizquito de sal, y una gota o dos de aceite esencial. Mezclamos todo bien... y ya está.
Como veis queda un polvillo en seco. Lo metéis en un bote que no tenga metal y lo que yo hago es mojar el cepillo y meterlo al bote, queda pegado el polvillo y con eso hay de sobra para cepillarse. Recomiendo cepillarte con más cuidado que de costumbre, más despacio, no vayas a arañarte con algún palito que pueda quedar.
Si ha quedado demasiado aromatizada o salada, añade más arcilla. El gusto ha de ser fresco y ligero... y dura hasta la mañana siguiente!
1 comentario:
Asi es, la arcilla es un elemento que sirve para casi todo. Soy Rafa, el de la excursión avícola y vacuna. Gracias
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